sábado, 2 de junio de 2012

Un mundo demasiado complicado para una mente demasiado complicada


Pensamientos nocturnos ¿Qué es lo más valioso en la vida? ¿Qué es lo único que de verdad y en el fondo merece la pena?
El dinero; alcanzar una posición alta en el escalafón social. El amor; el amar y ser correspondido. El conocimiento; saber y aprender cuanto sea físicamente posible.
Después de todo, nada de eso satisface el alma del hombre y este sigue teniendo un vacio que nunca jamás está plenamente satisfecho.
Miles de opiniones, cero verdades absolutas. Hay quien sabe, hay quien cree saber y hay quien se ríe de aquello que no es capaz de comprender o simplemente aquello que sale de sus esquemas cerebrales.
Hay veces en las que tengo miedo a morir sin haber llenado ese vacío interior, simplemente a desaparecer igual que una gota desaparece en la inmensidad de un océano en calma.
¿Qué nos ha pasado? Si, a nosotros, al hombre como especie, a ti y a mí.
Mírate al espejo y dime que ves en él.
¿Ves a alguien guapo? ¿A alguien fuerte y poderoso? ¿Ves a un simple hombre?
Yo veo a un ser blando y suave. Un ser frágil que con el solo movimiento de una de sus fibras es capaz de sufrir indescriptiblemente y de hacer sufrir terriblemente a otros iguales a él.
Y ¿Por qué? Miles de años de evolución ¿Para qué? Tenemos máquinas, energía, tenemos grandes sistemas filosóficos y de pensamiento, desarrollamos la economía y la ciencia nos igualó al mismísimo Dios. Pero sin embargo seguimos sufriendo igual que lo hacíamos cuando tan solo el cielo era nuestra vestimenta. Seguimos matándonos unos a otros.
Tenemos ordenadores, grandes naciones, ideologías y dinero, y ¿Para qué? Seguimos igual que al principio, seguimos siendo ese mono que si se corta sangra y sufre y si no tiene alimento pasa hambre o hace sufrir a otros para su propio beneficio.
Mi pregunta es: ¿Por qué no ha habido una evolución? ¿Por qué sigue habiendo dolor y sufrimiento? ¿Dónde hemos fallado y dónde aun seguimos fallando?
Ya no se trata de de política, ni de ideología, ni de sistema u ordenamiento económico. Ya no importa quién controla a quién o quien tiene el poder de engañar a quién.
Se trata de lo que se trató desde un principio, de ti y de mí, se trata del ser humano. Se trata de ese ser que se está mirando al espejo y se contempla a sí mismo.
Mira a tus propios ojos y respóndete a ti mismo ¿Dónde está el error?
Despójate de tus topas, despójate de tus adornos. Deja únicamente en pie, cuerpo, mente y alma y contempla tu reflejo.
Ahora ya nada te diferencia al resto de tu especie, eres el mismo ser. Adelante, atrévete a decirte la verdad ¿Por qué seguimos permitiendo el sufrimiento?
Mírate al espejo y dime cual es la respuesta que ves en él.