domingo, 24 de marzo de 2013

Había una vez un sueño


Al filo de la noche suplicábale a la Luna,
cansado de los besos con demonios ya pactados,
rogándole a los hados pidiéndole a las runas,
mostrasen por piedad unos labios antes soñados.

Y al filo de la noche escuchábale la Luna,
derramando de sus ojos la pureza del cristal,
marcando los compases de una canción de cuna,
que arropaba su silueta con la lluvia inmortal.

Y fue entonces que sus ojos alcanzaron a vislumbrar,
las alas de aquella ser prisionera de la oscuridad,
dulce ángel caído a la que soñaba con rescatar,
con besar sus dulces labios con delicada suavidad.

Y soñar que batallaba con dragones por su amor,
desgarrando de su pecho las tinieblas de su alma,
luchando por pasiones con fiereza y con valor,
elevándola a los cielos en su bella y perfecta calma.

Y así, dichoso enamorado, el caballero le juró:

“Y el acero más valiente protegerá tu corazón,
del frío en la noche y de la soledad el rencor.
Desterraré, te lo prometo, del sueño de la razón,
a esos monstruos engendrados portadores de dolor”.

Y el valiente caballero descubrió lo que es morir,
por uno solo de los trazos que formaban su mirada.
Luchando con su sangre por sus sueños ver cumplir,
por vivir junto a su alma de su sonrisa enamorada.

Guarda para ti los secretos de esta historia,
fragmentos de la magia de los sueños más oscuros.
Guarda en tu alma los pedazos de memoria,
que abrirán los senderos de los besos más puros.

Pues tú y solo tú eres la dueña de este cuento,
del que tan solo unos versos he empezado a relatar.
Yo te ofrezco mi cuerpo, mi mente y todo mi aliento.
Tú debes decidir cómo esta historia ha de continuar…


lunes, 4 de marzo de 2013

Redhead

Susurros en la noche de secretos mal guardados,
que se mezclan y enrevesan entre trazos de pasión,
de los labios prometidos y los besos ya robados,
de los versos olvidados que alimentan mi razón. 

¿Oyes a los lobos gritándole a la luna?
Tatuados de placeres, suspirando a tu regreso.
¿Oyes a los cuervos llorándole a la luna?
Mientras caen enamorados presas de tu beso. 

Hechizos o milagros de los ángeles caídos
que se burlan de los dioses y su débil creación
mientras caen embrujados de tus ojos, abatidos,
con pedazos de belleza en su ebrio corazón. 

Tiñe la mirada con tu sueño más profundo,
continúa enamorando con tus ojos a la muerte,
recuerda que existen tan solo en el mundo,
quienes viven cada día muriéndose por verte.