miércoles, 13 de abril de 2016

Álzate.



Tú,

¡Grita!

Ruge ahora.

Llama a los vientos;

raja el cielo con tu voz.

¿Puedes oírlo aquí y ahora?

El rumor de cuervos en el aire.

Toca la flauta de hueso de nuevo,

porta la garra del oso y la piel del lobo;

huele el aroma de sangre en los árboles.

Elévate como el trueno del cielo sobre nosotros;

desciende como las raíces profundas del gran roble.

Desde las tinieblas mismas de la noche de los tiempos,

emerge ahora, oh espíritu renacido, del útero de la Gran Madre.

Escucha el susurro de lo remoto y álzate del barro hasta la montaña.


domingo, 10 de abril de 2016

Se ha perdido en el recuerdo...

Se ha perdido en el recuerdo
el eco de noches lejanas,
ya no aúllan los lobos
ya no invocan a su amada.
Sangre marchita en el lecho
donde el río caminaba;
los viejos rumores del monte
son ya historias olvidadas.

No acude el hombre a la lluvia 
ni la bruja a su cabaña,
no más olor a humo 
ni a lumbre en la montaña.
Cuando siegan los robles 
y su espíritu quebrantan;
algo salvaje se muere, 
algo dócil se levanta.

Nuestro acero vendido
ya no sirve en la batalla,
el escudo de madera
yace hendido en la maraña.
Rota el asta de ciervo,
seca la encina sagrada;
muerta la sangre guerrera,
y muy viva la esclavizada.