miércoles, 13 de abril de 2016

Álzate.



Tú,

¡Grita!

Ruge ahora.

Llama a los vientos;

raja el cielo con tu voz.

¿Puedes oírlo aquí y ahora?

El rumor de cuervos en el aire.

Toca la flauta de hueso de nuevo,

porta la garra del oso y la piel del lobo;

huele el aroma de sangre en los árboles.

Elévate como el trueno del cielo sobre nosotros;

desciende como las raíces profundas del gran roble.

Desde las tinieblas mismas de la noche de los tiempos,

emerge ahora, oh espíritu renacido, del útero de la Gran Madre.

Escucha el susurro de lo remoto y álzate del barro hasta la montaña.


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