Semillas de Libertad

Sanguinos dioses trazan en las almas nuestro destino,
arrancando el aliento de la vida de los corazones de hielo,
nos embaucan y traicionan decidiendo nuestro camino.
Y mirándote a los ojos sentencian: Jamás alcanzarás el cielo.

Desterrados a una tierra sembrada de afiladas agujas,
donde la mentira camina disfrazada de injuriosa verdad.
Abandonados a una ley legítima para crueles brujas,
convertidos en gigantes de barro arrastrados en la suciedad.

Porque no hay más Dios que no sea de fulgor dorado,
y no hay más magia que la que se compra y se vende.
Con letras de sangre sobre el alma quede grabado:
La libertad yace muerta y bajo la tierra se tiende.

Y cuando triste y podrido se encuentre ya el árbol,
cuando sus lacias raíces estén saciadas de veneno,
cuando el viento no acaricie sus hojas de mármol.
Caerá de la muerte esclavo y dormido sobre su seno.

Mas tengo un mensaje bordado sobre acero,
para esos dioses que ni escuchan ni entienden.
Que no hay cadenas que sujeten al amor verdadero.
Que la chispa de la vida ni se compra ni se vende.

Que mejor es morir luchando por un sueño,
que vivir embotado en una sucia mentira.
Que mejor es verter mi sangre por el empeño,
de ver brotar semillas de libertad en la vida.